Como la mayoría de los que me leen lo saben hace algunos años unos amigos y yo iniciamos un proyecto de una revista en línea llamada Vaca Rosa y Cía. en la que publicaba un serial de cuentos llamado Heroika, que era una especie de comic sin dibujos, por raro que esto pueda sonar, era un cuento en donde los personajes centrales eran superhéroes o algo parecido a eso. En el momento en que dejamos de sacar Vaca Rosa y Cía, estaba por publicar el capítulo V. Hace unos momentos hurgando y haciendo limpieza en cuenta de correo me encontré con este capítulo y me entro una especie de nostalgia debido a que ayer departí con algunos de aquellos con los que nos aventuramos a dar vida a la Vaca, así que por que no publicarlo, por el puro gusto. saludos y gracias a todos por leerme.
Heroika V
Después de su primer encuentro con Selene, y planear la misión que El Vaticano les había encomendado, la cual consistía en desmantelar un cartel de drogas manejado por una banda de licántropos que operaban en todos los Estados Unidos pero que tenían su base en Ciudad Juárez, ahora resultaba lógica la elección del singular trío conformado por Selene, Argento y Eufoto, Selene sería la encargada de provocar los efectos de la luna llena en los licántropos encubiertos, para que a su vez Argento con la capacidad de crear plata a partir de otros metales sería el encargado de atravesar sus corazones, Eufoto, por su parte fue reclutado por su vasta experiencia en el modus operandi de las criaturas de la noche.
Al cabo de unas horas de planear la estrategia, Eufoto decidió salir a dar un paseo por las calles de Nueva York, después de aproximadamente una hora sintió que era el momento de irse a dormir, al llegar al hotel pidió al bellboy que le comprara una cajetilla de Lucky Strike, la marca de cigarros que desde hacia años acostumbraba fumar, espero alrededor de 5 minutos en el lobby del hotel hasta que el muchacho negro llamado Jerome apareció y le entrego sus luckies, y Eufoto le dio unos cuantos dólares de propina.
Tomó el ascensor que lo llevaría al piso 18, en donde se encontraba la enorme y lujosa suite que se le había asignado, por más que intentaba no logró conciliar el sueño, quizá era el hecho de que no estaba acostumbrado a tanto lujo y fastuosidad, al prender su cigarro número siete encendió el televisor y justo cuando buscaba el canal del clima, vio una noticia en CNN, en la que se informaba que el Comandante de los cuerpos de Paz de la ONU, Heitor Pereira, había sido asesinado a manos de terroristas en los lagos congelados de Mongolia.
Quizá a muchos el nombre de Heitor Pereira no les significaba nada, para Eufoto era el nombre de pila de su gran amigo de la infancia y la adolescencia, aquel que entre los héroes se hacia llamar Thermos.
Eufoto dejo caer de su boca el cigarro que instantes antes había prendido, y aunque parezca difícil de creer derramó unas cuantas lágrimas por el que siempre fue su fiel y leal amigo, para ser exactos el único amigo.
Secó sus lágrimas y ordenó una botella de ron al room service, aquel ron cubano que tantas veces habían disfrutado, en compañía de Thermos, pasados algunos diez minutos, se escucho un golpeteo en la puerta de la habitación sin duda sería su botella de ron, al abrir la puerta apareció Jerome y le entrego el ron así como también un sobre sellado que solo decía “Para Eufoto”, lo tomó y cerró la puerta, esta vez sin dar propina alguna para Jerome.
Aventó el sobre encima de la cama, destapó la botella y comenzó a beberla, ni siquiera necesitó vasos, esta vez, no había con quien compartirla. Esta vez la bebería toda y a salud por los caídos, aunque no conocía a Atlas, Ajax, Rea o Cronos, y mucho menos a Tokugawa o Siva, y aunque nunca demostraba simpatía por ningún otro héroe siempre admiraba a todo aquel que se dedicaba a proteger a otros, y así mismo los respetaba.
el sobre podía esperar.
